sábado, 11 de octubre de 2008

El Miedo (parte I): ¿para qué naceremos con miedo?

El miedo no es zonzo, ni siquiera es algo malo. Es un mecanismo primario, instintivo, fisiológico de defensa. Una mezcla de señal de alarma y preparación psico-física ante un suceso que amenaza nuestra supervivencia: Frente a determinado estímulo se dispara una serie de cambios en nuestro organismo producidos por la liberación de hormonas en el torrente circulatorio (adrenalina, dopamina, etc...). Se acelera el ritmo cardíaco y se dilatan y contraen determinados vasos sanguineos enviando más sangre a ciertos músculos y órganos y menor flujo hacia otros. Se inician e interrumpen algunos procesos metabólicos, se sobreexitan las sinapsis nerviosas y, mientras se desconectan o ignoran las señales de algunos circuitos, se sensibilizan o modifican algunas percepciones sensoriales. En fin, básicamente y sin entrar en detalles, nuestro organismo se "tunea" en cuestión de décimas de segundo y nos prepara para huir o luchar, tornándonos más veloces, más fuertes, más resistentes, menos sensibles al dolor y más enfocados hacia aquella de las dos acciones que nos predispone a realizar nuestro instinto frente a una situación de peligro.

En la naturaleza los gatillos que accionan éste mecanismo de defensa son eminentemente sensoriales. Un sentido (generalmente el más desarrollado) advierte a la presa sobre la presencia cercana de un depredador y eso es suficiente para que la reacción ocurra. En otros casos, antes de la reacción final, el animal requiere una confirmación por vía de un segundo sentido que suele ser la vista (los gorilas por ejemplo) y en las especies más gregarias basta la respuesta al estímulo de uno de los miembros del grupo para desatar una reacción en cadena que se extiende por toda la manada (lo que ocurre en el caso de las gacelas, por poner un ejemplo) . Considerando que la del primer tipo es la reacción original y que las otras dos son variaciones evolutivas podemos decir que la segunda conducta va en desmedro de la velocidad de reacción pero evita el derroche de energía que implica reaccionar ante una falsa alarma y lo contrario ocurre con la tercera variante.
Qué hacer después (cómo reaccionar) ya depende de cada especie. Una gacela (o una cebra) iniciará una huida en estampida dejando atrás a los más débiles como víctimas propiciatorias, el gorila macho lider, en cambio, se preparará para luchar, aún en inferioridad de condiciones, dándole tiempo al resto del grupo para resguardarse del peligro... cada especie tiene sus propios mecanismo de defensa ante el peligro y éste es instintivo, innato y no admite juicio de valores, porque es el que evolutivamente favoreció la supervivencia de toda su grupo. Si pudiéramos introducir en un conjunto de gacelas los necesarios cambios genéticos como para que reaccionaran ante el peligro tal como lo hacen los gorilas serían, casi de inmediato, una especie extinta (y viceversa también). Conceptos como valentía, abnegación, cobardía o egoísmo no cuentan aquí, cada comportamiento es instintivo y realizado sin intervención de los mecanismos de conciencia que manejamos los humanos.
¿Y el hombre?
¡Ahhh, el hombre! Para el hombre, el miedo plantea un verdadero problema en lugar de ser una eficaz herramienta evolutiva diseñada para su supervivencia. Bueno, en realidad no plantea un problema, sino tres.

(continuará...)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué interesante lo que cuenta...
Esperando la segunda parte.
Me alegro que vuelva a escribir aunque sea de vez en cuando :)
Ah! un besito especial es un besito... especial :P Y deje de pensar en barbaridades, pero bueno, pensar es gratis. A ver si algún día me cuenta sus barbaridades que no deben ser iguales a las mías, jajajaja...
Otro besito* especial, muac

Loki dijo...

Se las tendría que contar en privado porque éste blog es apto para todo público y la idea es que continúe siéndolo. De todas maneras, barbaridades son algunas que pienso, pero rara vez las que hago (aunque uno de éstos días.... uno de éstos días....)
Va a tener que esperar un poco para la segunda parte (y poco más para la tercera y última).
En realidad el post original era esa tercera parte pero para que se entienda (o porque me fuí por las ramas) decidí agregar toda ésta larga introducción.
Un beso bárbaro.

Nano Pane dijo...

muy bueno, esperaré a la segunda parte para dar mis conclusiones. Hasta luego, y muy buen blog :)